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sábado, 14 de junio de 2014

The Pervert's Guide to Ideology (La guía perversa de la ideología)Slavoj Zizek V.O.S.E


La guía perversa de la ideología

es una nueva vuelta de rosca al rol de Slavoj Zizek como el Lionel Messi de la filosofía mundial, el hombre de los regates dialécticos imposibles, el maestro del uso de artefactos pop para explicar conceptos políticos, filosóficos y psicoanalíticos enrevesados. Otra muestra explosiva, en definitiva, de lo que Zizek mejor sabe hacer: convertir la divulgación filosófica y la agitación política en espectáculo. Y si uno tiene que disfrazarse para que la gente entienda la relación entre Marx, Lacan y el Titanic de James Cameron, se disfraza. En efecto, Zizek aparece en el filme caracterizado como los personajes de los que habla. Disertando sobre las complejidades de la ideología en una barca a la deriva o postrado en el camastro donde dormía Robert Niro en Taxi Driver. Erudición, humor y comentarios políticos afilados. ¿Quién da más?
Pero volvamos a Tiburón. ¿Quién tiene razón? ¿Fidel Castro o un sector de la crítica? Pues todos y ninguno, según Zizek. "¿Cuál es la respuesta correcta? Yo creo que ninguna de las dos pero, al mismo tiempo, ambas. Los estadounidenses corrientes, o las gentes de cualquier país, tienen gran cantidad de miedos. Tal vez tememos que los inmigrantes, o las personas que percibimos como inferiores, nos ataquen o nos roben. Tememos que alguien viole a nuestros hijos. Tememos los desastres naturales; tornados, terremotos y tsunamis. Tememos a los políticos corruptos. Tememos a las grandes compañías, que básicamente hacen con nosotros lo que les da la gana... Pues bien, la función del tiburón sería unir todos esos miedos para que, en cierto modo, cambiemos todos los miedos por uno solo. De esta forma nuestra experiencia de la realidad es mucho más sencilla", resume Zizek. Y ahora viene la analogía: ¿Qué mejor ejemplo de sociedad que une todos sus miedos en uno que la Alemania de Hitler? O el nazismo y su capacidad para echarle la culpa de todos los problemas de Alemania a los judíos. Tiburóncomo metáfora involuntaria del ascenso del nazismo. Ahí queda eso. 

Zizek utiliza el ejemplo de Tiburón para ir más allá del trasfondo ideológico del filme. Porque Guía ideológica para pervertidos es también una reflexión sobre los efectos de la ideología en la vida cotidiana y los retos a los que se debe enfrentarse uno para superar la estructura ideológica que sostiene la sociedad. Como si fuéramos capaces de desvelar algunas distorsiones políticas que rodean nuestras vidas, pero no todas, como muestra Zizek recurriendo a uno de los clásicos ocultos del Hollywood moderno:Están vivos (1988), de John Carpenter, que sirve como arranque del documental.
Están vivos cuenta la historia de un hombre que encuentra unas gafas que le permiten ver la ideología que se esconde detrás de cada persona y cada objeto. La tramoya de la realidad puesta al descubierto; justo lo que Zizek intenta hacer en Guía ideológica para pervertidos. "Las gafas funcionan como unas gafas de crítica de la ideología. Permiten, por ejemplo, ver el mensaje real que se esconde tras los carteles publicitarios. Ves un gran cartel que te promete las vacaciones de tu vida y cuando te pones las gafas sólo lees: cásate y reprodúcete", resume el filósofo.
El filme de Carpenter le sirve, por tanto, para describir las sutilezas de la ideología en la era de la democracia satisfecha. Nadie nos impone que consumamos; de hecho, nos encanta. Lo que no quita para que dicho proceso esté tan cubierto de ideología como cualquier otro. Y que dicha ideología sea mucho más complicada de quitarse de encima dada su invisibilidad. "Vivimos, dicen, en una sociedad posideológica. La autoridad social no nos dirige como sujetos que deben cumplir sus deberes y sacrificarse, sino como sujetos de los placeres. 'Conoce tu verdadero potencial. Sé tú mismo. Encabeza una vida satisfactoria'. Pero al ponerse las gafas, el protagonista del filme ve la dictadura oculta bajo la democracia. El orden invisible que alimenta su apariencia de libertad... El pesimismo de Ellos viven está justificado. Se trata de la ilusión definitiva. La ideología no sólo no se nos impone. La ideología es una relación espontánea con el mundo social, cómo percibimos cada significado, etc. De algún modo, disfrutamos de nuestra ideología... Y como muestra Carpenter en el filme, salirse de la ideología es una experiencia dolorosa".
Fuente:http://www.naranjasdehiroshima.com/

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